Cada jueves contaré una historia diferente, una historia que hable del lado humano, de personas increíbles del día a día. Con un poco de humor y con fotografías, como a mi me gusta. Si conoces a alguien importante y quieres dedicarle un jueves, ponte en contacto conmigo y estaré encantado de ayudarte.
jueves, 11 de septiembre de 2014
¿Quieres regalar un vídeo sorpresa?
Hoy vengo para contarte un poco por encima la nueva sorpresa que estamos preparando. No debería escribir sobre ella pero se que el o la sorprendida no tiene internet y con lo cual es muy difícil que lea esto.
Hace un tiempo una familia cerca de donde vivo, se pusieron en contacto conmigo para regalar un AMQF básico (grabar la sorpresa y entregarla sin catering, la más económica pero igualmente emocionante), y poco a poco empezamos a crear el guion; donde grabar, donde entrevistar, quien debía salir. En fin, los preparativos.
Pasado unas semanas, como teníamos tiempo, se comenzó a llamar a los invitados, a los compinches. Aquí voy a hacer un inciso, quiero agradecer que en todas las sorpresas que llevamos NADIE se le haya escapado nada, o por lo menos no lo suficiente para que se destapara la trama. Justo cuando teníamos medio vídeo hecho, decidieron hacerlo por todo lo grande y quisieron que se entregara en un restaurante, así casi todos lo que salen en el vídeo podrían asistir y disfrutar de tomas inéditas que solo se emiten el día de la entrega, suelen ser muy emotivas y a veces muy graciosas, éstas no se ven en Youtube porque así son algo especial y queda para el recuerdo de los que estuvieron allí. Y después de tenerlo todo preparado empezamos a grabar. No tiene mayor misterio sino fuera porque cuando llevaba medio trabajo hecho mi ordenador dejó este mundo para irse al corrar de los quietos, todo vuelta a empezar, todo nuevo y con otro aire mucho mejor. Todo pasa por algo.
Me gustaría contarte más cosas, algunas de las que te emocionaría pero me delatarían. Así que tendremos que esperar a Octubre para poder verlo.
¿Podré aguantar? Claro, pero como el que se compra un ordenador nuevo y los días pasan despacio hasta que llega, o como el que se compra un coche y tarda tres meses en llegar...
Espero que al final de todo guste y sobre todo emocione.
Ah y sobretodo dar las gracias al compinche que está haciendo posible muchas de las sorpesas, sin él no sabría qué hacer. Lo siento no puedo decir tu nombre pero sabes que te aprecio y que te quiero muchísimo.
Después todo encajará.
Feliz día y feliz vida.
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